viernes, 17 de septiembre de 2010

Cosas Desconcertantes: Popularidad a la inversa

Está de moda no estar de moda. Así de desconcertante. Hace no mucho lo que estaba de moda era estar de moda y ya está, con simplicidad y sin medias tintas pero ahora para ser moderno hay que no ser moderno. De hecho, por razones que desconozco, existe la creencia global de que por hacer cosas que nadie hace se es mejor.

El otro día entré, después de dos largos años, en un Starbucks. Adoro el café. Adoro el dulce. Adoro Starbucks. Me pasaría la vida metida en uno si pudiera dilapidando toda mi enorme fortuna. En fin...que salí de allí con un gigantesco vaso de caramel macchiato con hielo y siendo la felicidad en persona cuando me encuentro, de improviso, con dos chicas de moderna apariencia. Me miran, con sorna, y cuchichean entre ellas "Vaya poser...con una camiseta de X-Men del Zara y un café de Starbucks...por Dios..."

Primero, mi camiseta no era del Zara. Segundo; sí, me gusta Starbucks ¿y? ¿Qué quieres que beba? ¿Agua de fregar? Oh, qué modernas somos, llevamos un vaso de una cafetería anónima en la que el café puede ser mejor o peor, pero mucho más moderno dada su anonimia y escuchamos ese grupo que nadie escucha...cómo se llamaba...MUSE. Qué extremadamente alternativas, qué indiscutiblemente newage.

Vale, tenedle manía a Starbucks. Podéis decir lo que queráis, pero jamás podréis negar que su café es Dios hecho café (Texican Whopper, Dios hecho hamburguesa. Te echo de menos). Algo es algo. Lo que ya es de jurado de guardia es esa creencia de que si una película la ve poca gente o si un grupo de música lo escuchan tres son, indiscutiblemente, mejores que el resto.

El cine de autor está más de moda que nunca. Dentro de poco el festival de Sundance será el Eurovisión del cine, la comercialidad llevada a su máximo exponente, los Oscars de los anticarca. Si te gusta la saga cinematográfica de "El señor de los anillos" eres un retrógrado del cine, si "Kill Bill" te parece una buena historia eres un antiTarantinoclásico, si te parece respetable escuchar "Iron Maiden" o, yo qué sé, "Lady Gaga", eres el MAL. Porque ahora hay que ver Requiem For a Dream, Transpotting o películas de Haneke (de las que sólo soporto "Funny Games") y hay que escuchar grupos tan poco conocidos como...no sé, Sum41, UVERworld (que, además, es en japonés. ¡Hiperalternativo! ¡La modernez en la palma de tu mano!) o Matisyahu.

Y yo pregunto...¿se ha preguntado alguien alguna vez por qué nadie ve esas películas y nadie escucha esos grupos? Vale, muchas veces resulta que no tienen publicidad suficiente pero yo TEMO que alguien me diga "Oye, escucha esto/ve esto que es super poco conocido. Te va a encantar". Porque sólo hay dos opciones posibles cuando eso pasa: La película/el grupo es atroz en el sentido horrible de la palabra. Sólo dos segundos de canción/película y siento unas ganas irrefrenables de correr al baño más cercano y darle el ticket de ida a lo que haya comido ese día. La otra opción es que resulte aceptable...y ya está. Nunca, jamás de los jamases se me ha enseñado algo con esa presentación y ha acabado siendo sublime o más allá del "Bueno, pues vale".

Y llegamos al vestir. La vestidumbre es cada vez más rara. Ahora existe algo llamado transurbano (a lo que yo llamo, simplemente, chaquetero) que resulta que se viste y comporta diferente según la gente con la que esté. Pues vale, bien por ti. Me alegro de que seas el camaleón de la jungla de cristal pero...¿de verdad tienes personalidad por increíblemente moderno que seas? En serio. Es sólo una pregunta inocente. De esas sin acritud. Como no se ha notado nada que no soporto lo trans, diré que ahora me desconcierta la forma de vestir. Yo soy más simple que el mecanismo de un botijo. Con unos vaqueros, unas zapatillas y una camiseta soy la mar de feliz. Pero luego me veo mesas-camilla andando por la calle y me doy hasta sustos. ¿En qué dimensión paralela es moderno y progre ponerse encima todo el armario de tu abuela? Oh, que eso se llama nostalgicretrolook (no me lo invento)...sí, genial. Y lo peor es que la gente no viste así porque le guste, si no porque es "MODERNO" . Si les gustase vestir así, pues ole sus cojones pero resulta que no, que se visten de formas de lo más variopinto por seguir una tendencia que es, a todas luces, estúpida y punto.

Sí, díganme "Cada cual tiene sus gustos". Pues yo también. Y resulta que mis gustos coinciden a veces con la mayoría y, por lo tanto, soy anti-moderna. ¡Caos! Mi ser insuficientemente alternativo jamás sobrevivirá a la sociedad moderna.

Pues me gusta Starbucks. Me gustan las películas taquilleras. Me gusta Bob Dylan, Iron Maiden y algunas canciones de Lady Gaga (sí, LO INESPERADO). Me gusta leer libros que lee todo el mundo y me gusta tener blogs criticones como los que tiene todo el mundo.

Soy tan 2004...

4 comentarios:

  1. Pero QUÉ DICE.

    ¿O sea, que tampoco le gustan las geniales, geniales, GENIALES películas de Lars von Trier? ¿Ni esos sublimes grupos de Katmandú que tocan música étnica mezclada con sintetizadores tocados por un sefardí?

    Qué decepción. ¿Acaso no sabe usted que hay que ir SIEMPRE contracorriente, y que no le puede gustar NADA que sea conocido por el populacho? ¿Por qué se cree que dejé de escuchar a Bruce Springsteen? ¡Se volvió demasiado famoso! ¡Empezó a VENDER!

    Y con Tarantino me pasó lo mismo. ¡Tuvo la OSADÍA de permitir que su obra fuese aceptada por crítica... Y PÚBLICO! No me quedó más remedio que dejar de adorar sus películas. Ahora le odio y paso las tardes meándome sobre una foto suya mientras lloro de rabia.

    Le recomiendo que siga mis pasos.

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  2. No estoy seguro de donde me encuentro ahora mismo y tengo miedo.

    Al final no la vi por estos oscuros lares, ¿aprobó el carnet?¿llegó el mail?¿esta maldita su cuenta y todo lo que recibe lo manda a Spam? chan chan chaaaan!

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  3. No podía estar más de acuerdo.

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Cosas inteligénticas